Normalmente no les hacemos caso y las ignoramos, pero cuando nos sucede una desgracia, empezamos a aceptarlas como ciertas pues, como decimos en México, más vale prevenir que lamentar.
En México tenemos supersticiones para todo, hay desde las más inocentes, como no apuntar al arco iris porque algo raro puede pasarle a tu dedo hasta las más raras, como
La familia de mi mamá tiene tradición cocinando, mi abuelita es la mejor cocinera del mundo para nosotros y mi mamá es quien le hace segunda, por lo que tenemos mucho contacto con la cocina, algunas de nosotros con mucho menor éxito. Siempre se comentan pequeñas supersticiones en cuanto a esta área.
Se dice que si la persona que está cocinando llora mientras cocina, la comida se volverá salada o amarga, esto aplica también si hay una persona llorando en casa o en la cocina (parece que nadie se salva), por lo que cuando se prepara una gran comida (llámese banquete, festín, etc.) se evita que haya personas llorando o se les lleva al jardín o a dar una vuelta para que no amarguen la comida.
También es sabido que si la personas (o personas) que prepara la comida se enoja, ésta puede no cocerse nunca a pesar de que se deje mucho tiempo en el fuego. En caso de que llegue a cocerse existe el peligro de que los comensales se enfermen gravemente del estómago (esto también aplica a la creencia anterior).
Acerca de este estado de ánimo, si una persona está haciendo salsa (platillo básico en México) y está de mal humor, la salsa puede quedar muy picante al grado de no ser comestible.
Para evitar las malas vibras y que la comida salga bien, se acostumbra dibujar una cruz en el aire sobre la comida justo cuando se mete al horno o se pone al fuego.
Una muy común en mi familia es que si a alguien se le antoja la comida, ésta no quedará bien cocida y el remedio para evitar tal atrocidad es hacer participar a la persona antojada en la preparación de los alimentos, ya sea moviéndole (es un término muy común en mi país y no sé cómo expresarlo de manera menos regional) o preparando en sí parte del guiso. De hecho éste es mi favorito porque cada vez que preparamos la comida para una fiesta tenemos que ocultar qué es lo que vamos a cocinar para evitar que no quede buena la comida, lo mismo pasa el día que mi abuelita nos hace algo rico, nos avisa hasta que ya está listo para servirse y no arruinamos su guiso.
Saliendo del tema de la comida, se dice que si se señala al arco iris es posible que quede una marca poco agradable en la mano o el dedo que lo señaló, por lo que la gente nunca los señala (yo sí).
El número 13 es una superstición muy arraigada como en otros países al grado de que no he conocido un solo hotel en México con el piso número 13, incluso dicho piso es normalmente saltado en el elevador (se llama 14 al 13) o es área de gimnasio, restaurante o cualquier cosa que no sean habitaciones. Algunos hospitales no tienen cuarto 13 tampoco.
Se dice que romper un espejo trae 7 años de mala suerte, así que yo tengo ya 14 años predestinados y sólo por los que rompí este año, en fin, escuché (o tal vez leí, disculpen mi memoria) que esa creencia viene de los tiempos de la Colonia cuando los espejos eran muy caros y sólo se fabricaban en el Viejo Mundo (Europa) por lo que traerlos al Nuevo Mundo (entiéndase América) era muy difícil y podría costar una fortuna al que osaba romper uno, de ahí la fama de infortunio.
Según una encuesta que acabo de leer, la superstición más arraigada entre los mexicanos es la de creer que derramar la sal puede tener muy malas consecuencias y ésta debe ser limpiada y no tirarse en la basura, debe tirarse en agua o en el lavadero (o lavabo) y dejar que el agua se la lleve.
Otra relacionada con agua es que, si se rompe un vaso, plato o algo de vidrio más de una vez (romper 2 platos en un mismo día por ejemplo), las piezas rotas deben ponerse en agua en una cubeta (balde) y dejarse todo un día o el tiempo suficiente para que no vuelva a suceder.
En la zona donde vivo, que es rural, existe la creencia de que los remolinos son el diablo y que debe hacerse el símbolo de la cruz con los dedos para que se aleje o se desvanezca, aunque yo nunca he visto que esto realmente funcione. Según tengo entendido, esta superstición existe en casi todo México.
Hay muchas otras que son muy conocidas y comunes, no sólo en México, como la del gato negro, no pasar abajo de una escalera, tocar madera, encontrar un trébol de 4 hojas para la buena suerte, cargar una pata de conejo, no barrer de noche o a oscuras, no abrir una sombrilla en un lugar cerrado y muchísimas más muy conocidas, las que escribí aquí son las que he escuchado en mi familia o conocidos y que son bastante peculiares y divertidas.
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