domingo, 25 de noviembre de 2012

JLPT: preparando el camino

Estudiar otro idioma puede ser divertido y relajante, hasta que llega el examen que prueba nuestro nivel en el idioma. Este año aplicaré para el nivel N4, que es el segundo nivel básico y prácticamente la barrera hacia niveles intermedios.

Alguna vez tomé el examen TOEFL, de hecho fueron muchas veces, para entrar a la preparatoria, luego uno después de cada semestre los dos primeros semestres, después para salir de la preparatoria (el de ubicación de la carrera) y para salir de la carrera. Terminé con 613 puntos y no volví a hacerlo jamás, ya tiene rato que caducó. Me enfermó tanto examen, cada que había oportunidad tenía que presentarlo. Lo más desgastante eran las clases en las que nos enseñaban los trucos para contestar el examen, no eran clases del idioma; lo bueno es que las dejé a la mitad, tal vez me hubiera ido mejor pero no hubiera sido una calificación muy honesta.

Ahora me estoy preparando para uno más. Cada año, en diciembre se realiza a nivel mundial el JLPT, que mide la capacidad de comprensión del idioma japonés. En Japón se realiza en más fechas, pero para el resto del mundo es fecha única, la misma para todos. JLPT son las siglas para Japanese Language Proficiency Test (examen para la competencia en el idioma japonés). Hay 5 niveles, siendo el 5 el más básico y el 1 el nivel nativo. Este examen es diferente a los de otros idiomas ya que no es uno mismo para todos los niveles, sólo se puede aplicar a un nivel y si se falla en éste, no se da en automático el nivel inmediato inferior, sino que simplemente se reprobó y hay que esperar otro año para presentarlo nuevamente.

Cada nivel tiene un número de kanjis que evalúa, reglas gramaticales y vocabulario (verbos, sustantivos, adjetivos y adverbios principalmente); esto sumado a todo lo evaluado en los nieles más bajos (N3= vocabulario, gramática y kanjis de N4 y N5 + N3 por ejemplo). Pero esto no es todo, también es necesario saber escucharlo y hay toda una sección para ello.

Una de mis mayores preocupaciones es que el año pasado no presenté el N5, que era el nivel que me correspondía; además que hace 4 años también me quedé sin la oportunidad de presentar el examen (me hubiera ido muy mal ya que mi clase era demasiado básica). La primera porque era en domingo (siempre lo es) y el patrón hace berrinches si salgo ese día. Ahora también, siendo este permiso mi mayor preocupación. No sé si se los he comentado, pero el patrón es racista y odia a los japoneses (asiáticos en general pero no distingue cuál es cuál) por lo que no sabe que tomo clases de este idioma o que presentaré un examen al respecto.

En fin, vamos de vuelta al examen. Es muy sencillo aplicar para éste. Se debe pagar una solicitud, el examen y, opcionalmente, una guía de estudio. La solicitud y la guía fueron enviadas a mi sensei, pero no es necesario aplicar a través de un profesor o una escuela, también puede hacerse de forma personal, comunicándose con Fundación Japón en cualquier país, además la embajada de Japón siempre cuenta con información y contactos.

La solicitud es una página, la cual debe ser llenada a mano, con letra de molde. Lo curioso de esta solicitud es que viene con un instructivo de llenado, ya que debe llenarse rigurosamente de una sola forma y totalmente legible. Las instrucciones vienen en japonés e inglés y aparte las envían en español. La maestra de japonés nos sacó una copia de la solicitud para llenarla como prueba, una vez entendido todo debíamos llenar con tinta (sin equivocarnos) la solicitud original. Me puse nerviosa pero logré llenarla sin problemas.

A los pocos días de que la sensei envió de vuelta nuestras solicitudes ya llenas, me habló una profesora de Fundación Japón preguntándome acerca de unos datos que tal parece olvidé llenar, le dije cuál era mi respuesta a esa pregunta y todo quedó arreglado. Para como son estrictos acerca del llenado de la solicitud, creí que tendría que pagar otra, pero no fue así. Fue un lindo detalle.

Como otros compañeros van a presentarlo también (N5), pedimos guías de todos los niveles. Yo terminé ya de hacer toda la parte escrita (hay escrita y de escucha por así llamarlas) del N5 y creo que lo sacaría sobresaliente (si hubiera esa calificación) porque pude hacerlo sin problemas, sólo fallas en vocabulario, cansancio por tanto tiempo sentada frente al examen y algunos olvidos que requieren estudio moderado. La peor parte vino cuando empecé a hacer el N4, no pude. Tal vez fue bloqueo o nervios, pero sí es un nivel alto, pero no tan malo como parece, requiero estudio y concentración, tal vez mucha memoria. Las guías vienen con un CD con la parte de escucha para hacer los ejercicios correspondientes.

Una parte que todos odian es el reconocimiento de kanjis (ya saben, ideogramas chinos llevados a Japón y tal parece que les tomaron gusto porque usan solamente 4,000 de ellos), pues usualmente ponen kanjis muy (MUY) parecidos al que preguntan, pero sólo cambia una rayita, la posición de algún radical o un detalle claramente insignificante. Para esta parte me he apoyado con una App para Android (sí, ahí va el comercial) que se llama Obenkyo, es gratuita y sirve (como su nombre claramente lo dice) para estudiar. Vienen vocabulario y kanjis por nivel, siendo esto lo más útil, la división en niveles. Me he dedicado a estudiar los kanjis de mi nivel, viendo que ya hay cosas que sé qué dicen o de menos me doy idea debido a los significados de cada uno, aunque no sepa la lectura fonética (cosa que igual debo estudiar).

Como verán, preparar este examen puede hacerse con la ayuda de varias herramientas, tanto la enseñanza en el salón de clases (donde vemos gramática como si no hubiera mañana) como de la tecnología (internet, Apps, etc.) La idea para este examen es estar lo más relajado posible, cosa que espero poder hacer una vez terminado el examen, porque me pone de nervios el permiso que hay que pedir para pecar de abandona familias y la peor hija del mundo sólo por salir un domingo (con el respectivo bajón de sueldo que eso me puede significar).

A una semana de presentar el examen, estoy más nerviosa por el permiso que por el examen mismo. Llevo años estudiando el idioma (más de un año de manera 100% formal y continua) y entrar a nivel 4 sí es un reto. Pero es mayor reto poder salir un domingo. He pensado que, aunque no lo pudiera presentar, eso sólo reforzará mis planes para ir a Japón y, si no tengo muchos motivos en México para regresar, quedarme allá más tiempo o definitivamente.

Hasta la próxima.

Tenshi

martes, 20 de noviembre de 2012

Desatención telefónica

A todos nos ha pasado, ya sea para reportar fallas de luz o pedir un saldo de tarjeta de crédito, pero hemos tenido que lidiar con un servicio de atención telefónica. Mi percepción es que las empresas que brindan atención telefónica se están quedado obsoletas, pues si bien antes era la forma más personal para que el cliente resolviera sus problemas y dudas, ahora se ha vuelto una pared llena de burocracia a la que nadie quiere acudir y la que evita que quejas y comentarios lleguen a la empresa, como si ignorándolos (o poniendo barreras) fuera a hacer que desaparezcan.

El suplicio

Saber que no queda otra opción para la comunicación con una marca más que el teléfono, puede resultar desmotivante. El proceso inicia con un número telefónico al cual marcar, para ser recibidos por una musiquita que resultará soporífera el resto de la llamada, después escuchar una promoción que no queríamos, para ser pasados finalmente (ilusos) a un menú, pero antes debemos escuchar el aviso de privacidad (¿para qué?), ahora sí viene el menú de selección. En este bendito menú hay opciones que llevarán a otras opciones que terminarán en una grabación. La única vez que un ser humano contestará será cuando aceptemos comprar algo.

Atajos

Si esta situación les suena familiar, hay algunos trucos para llegar (rara vez) a hablar con un ser humano. El primero es marcar 0 (cero) cuando estén en el menú, algunas empresas tienen ese número para una operadora o conmutador como default. Otra opción es buscar algún menú de ventas, ya que siempre hay algún humano esperando una jugosa comisión deseoso de atendernos, ahí le pedimos que nos comunique con el departamento que buscamos. Un truco sólo apto para pacientes (de paciencia, no de doctores) es esperar al momento en que haya que discar/marcar/teclear el número de servicio/cliente/tarjeta incorrectamente, todos los sistemas tienen (por seguridad) un número límite en que estos datos pueden ser enviados, usualmente después de este límite nos comunican con un humano no grabado (otras me han colgado).

Sustitutos

Si es necesario comunicarse con una compañía, lo mejor será evitar el servicio de atención telefónica y optar por algunos medios más modernos y menos ruidosos (o acaparadores de tiempo). Hasta el momento Twitter y Facebook son la mejor alternativa, no son invasivos y vivimos tan pegados a ellos que la respuesta suele ser más agradable. También el correo electrónico y chat pueden funcionar, dependiendo de la necesidad. El correo y redes sociales permiten tener constancia de la comunicación, cosa que teléfono y chat no nos permiten.

Algo que es totalmente preferible en caso de que lo que busquemos sea atención personal, es acudir directamente a las oficinas, suele funcionar más pues los ejecutivos de las empresas suelen hacerle más caso al cliente que tiene de frente que al que les llama por teléfono (al que ya bloquearon con el número de atención telefónica).

Conclusión: consejo para las empresas, dejen de lado el servicio telefónico y sólo utilícenlo para lo indispensable (y para los enemigos del internet/redes sociales) porque es una carta de presentación muy mala en la mayoría de los casos.

Tenshi