Hace algún tiempo hice una entrada (en otro blog) con el título “No soy de aquí ni soy de allá”, refiriéndome principalmente a la soledad y a la falta de identidad. ¿Cuántas veces no ha sido citada esta simple frase para representar tantas cosas que su creador ni siquiera imaginó?. Escribo ahora de tristeza, no de soledad. Las dos canciones que cito han descrito mis sentimientos y estado de ánimo muchas veces en mi vida, he perdido mucho, más de lo que he ganado incluso, pero es cierto que lo más doloroso siempre es perder a alguien, por eso pensar que cuando un amigo se va queda un espacio vacío es algo tan acertado como desalentador.
Hoy seré breve, me embarga una de esas tristezas que no es fácil de describir, pero es de pérdida, eso es seguro, no sólo del autor de tan bellas poesías musicales, sino de pérdida en general, de amigos, de experiencias, de situaciones que extraño sin haberla tenido y que tuve sin haberlas extrañado.
Cuando supe de la muerte de Facundo Cabral no supe qué pensar, él quiso ser recordado con una canción, pero hay tantas que para recordarlo se necesitan varios discos y mucha paciencia. Pero si tengo que elegir una para hacerle un pequeño homenaje desde mi corazón debo elegir “No soy de aquí ni soy de allá” pues a final de cuentas el arte tiene su valor verdadero en los sentimientos que nos hace tener, si debo recordar (o tal vez olvidar) que no soy de aquí ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad…
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