A los que tengan su propia empresa o se dediquen a la contabilidad fiscal puede que esto les interese o de menos lo encuentren relevante.
Fui a Hacienda por una multa tonta que llegó, todas las multas son tontas para mí, pero ésta es mucho más. Dicha multa es por la omisión de simple información que debe enviarse cada mes. Esto es la declaración informativa de operaciones con terceros. Sólo se debe informar qué se ha comprado y ya, no se necesita hacer ningún pago.
Es tonto recibir una multa por cosas que ni se deben pagar. Peor aún es recibir la multa más grande por no haber pagado la primera multa.
Lo anterior sirve de lección para no confiar en el contador de la empresa y para verificar cada movimiento constantemente en oficinas de Hacienda o en el portal de la empresa en la página del SAT. Ahora no hay pretextos para no enterarse de qué se debe y qué no.
Por último debo mencionar algo que me causó gran indignación en mi visita es que, cuando fue mi turno, la señorita que me iba a atender me pidió que esperara un momento, supuse que algo tenía que hacer en su computadora, pero cuando vi la pantalla la vi chateando, así que yo esperaba porque la señorita tenía una conversación amena con alguien que seguro no era del trabajo (vi su conversación). Dejo aquí la queja.
Fui a Hacienda por una multa tonta que llegó, todas las multas son tontas para mí, pero ésta es mucho más. Dicha multa es por la omisión de simple información que debe enviarse cada mes. Esto es la declaración informativa de operaciones con terceros. Sólo se debe informar qué se ha comprado y ya, no se necesita hacer ningún pago.
Es tonto recibir una multa por cosas que ni se deben pagar. Peor aún es recibir la multa más grande por no haber pagado la primera multa.
Lo anterior sirve de lección para no confiar en el contador de la empresa y para verificar cada movimiento constantemente en oficinas de Hacienda o en el portal de la empresa en la página del SAT. Ahora no hay pretextos para no enterarse de qué se debe y qué no.
Por último debo mencionar algo que me causó gran indignación en mi visita es que, cuando fue mi turno, la señorita que me iba a atender me pidió que esperara un momento, supuse que algo tenía que hacer en su computadora, pero cuando vi la pantalla la vi chateando, así que yo esperaba porque la señorita tenía una conversación amena con alguien que seguro no era del trabajo (vi su conversación). Dejo aquí la queja.
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