lunes, 20 de mayo de 2013

Redes social y marketing personal

Acercándome vertiginosamente al final de un ciclo más, la maestría, me he dado a la tarea de consultar bolsas de trabajo y monitorear el mercado laboral (qué importante me escucho cuando digo "monitorear"). Saben que independientemente de estar o no en la búsqueda de un empleo, es un tema que me intriga, algunas veces me angustia, otras me agrada, pero siempre me tiene leyendo.

Saltan temas muy interesantes y bastante obligados, que si el currículum, que si el buen vestir, que si el lenguaje corporal, etc., etc. Y uno que me ha estado llamando la atención últimamente es el de las redes sociales (y todo aquello que se publica en internet). El rumor oficial que dan las bolsas de empleo es que todo recultador hará una búsqueda exhaustiva en redes sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn y otras) acerca de cada candidato para ver si no es una persona de vicios, malos hábitos o que hable mal de las empresas (sobre todo de la empresa para la que trabaja).

El tema está muy radicalizado, todo se centra en cuidar la imagen en redes sociales. En definitiva muchas páginas de internet de bolsas de empleo recomiendan no subir fotos de fiestas, menos aquéllas en que el candidato aparezca de forma indecorosa, especialmente con la copa en la mano. También piden no hacer malos comentarios en Twitter porque el reclutador podría encontrarlos.

En serio, ¿quieren que siga? El tema está tocadísimo en internet y si consultan OCC o Monster (ahora sólo en inglés porque en México ya murió) van a entender a qué me refiero. Pero también encontré en la revista Merca 2.0, en su edición online, un artículo muy interesante acerca de mitos de la búsqueda de trabajo. Uno de ellos se refiere a la famosa búsqueda que el reclutador hará sobre cada uno de los candidatos en redes sociales. Aunque está limitado este artículo a Argentina, creo que podríamos extrapolarlo a México.

Yo no creo que todos los reclutadores van a molestarse en buscar más antecedentes de los candidatos,  esto va a depender en gran medida del puesto, entre más alto, más investigaciones, redes sociales incluidas. Pero debemos ser realistas, si tienen unos 2000 tweets, no esperen a que un reclutador los lea todos. Si suben más de 100 fotos a un álbum y éstas son de alta calidad, no esperen a que un reclutador las vea todas, sólo el tiempo que toma en cargar el álbum será suficiente para impacientarse.

Por otra parte, no creo correcto dejar de ser uno mismo para satisfacer las necesidades laborales de una empresa. Claro que existe el otro lado de la moneda, hay personas que exageran tomando fotografías de mal gusto acerca de sus vicios y malas costumbres, incluso de malos hábitos (sí, aquí entra violencia, sexo, armas, alcohol y otras drogas). Eso ya es perjudicarse ellos mismos dando una mala imagen, pero ya es un asunto de daños a la moral.

Mantener la vida privada en la casa y la profesional en el trabajo ayudará a no tener que lidiar ni romperse la cabeza con el miedo a ser acosados en redes sociales por un reclutador. Una muy buena forma de mantener privada la vida privada en Facebook es borrar amigos que nunca pedimos, clasificar a aquéllos más cercanos como amigos y a los demás como conocidos, mantener los álbumes de fotografías como privados y pedir confirmación antes de ser etiquetados en alguna fotografía. En cuanto a Twitter, hay que ser más reservados en los comentarios y no es muy recomendable dar esta cuenta a un reclutador, ya que es pública y no es tan sencillo andar poniendo candados (o borrando comentarios y archivos).

Pero, la que hay que cuidar demasiado y mantener 100% profesional es LinkedIn, a final de cuentas el objetivo de esta red social es unir personas con intereses profesionales similares a los nuestros, esto con la finalidad de formar una red en la que se pueda compartir información acerca de la industria, hacer anuncios referentes al trabajo y (la más común de todas) buscar empleo de una forma más específica.

Suerte si están buscando empleo, más suerte si están contratando.

Nos leemos después.

Tenshi

Compras en línea, miedo casi superado

Hace unos días viví en pánico y angustia total gracias a que me atreví a hacer algo que me daba mucho miedo. Dirán que soy exagerada, pero nunca había hecho una compra internacional online. Necesitaba un libro, la editorial en Estados Unidos tenía problemas para vender el e-book a México (problemas con tarjetas de crédito de México en la página) y decidí pasar a Amazon.
En Amazon es muy fácil comprar, dar el número de tarjeta y monitorear el envío. Pero al día siguiente de la compra utilizaron mi tarjeta en una compra online que yo no había hecho ni autorizado. A los 6 minutos de realizada me hablan del banco y me dicen que hubo un mal uso de mi tarjeta. Conclusión, tarjeta cancelada.
Con una compra nunca antes hecha y la tarjeta de la compra cancelada, supuse que mi envío sería cancelado. Pasé una semana angustiante. Pero pude cambiar de forma de pago y registré otra tarjeta, mi libro fue enviado el día siguiente y llegó un día antes de la fecha prometida por Amazon.
Ahora que hago recuento de lo que suelo comprar, utilizo como medios a Mercado Libre y las páginas oficiales (en México si son extranjeras) de las empresas. Pero siempre he comprado en México, con envíos desde alguna parte del país. Las tarjetas de crédito pasan más rápido, conozco la forma de rastrear mis paquetes, incluso el humano de DHL ya sabe llegar a mi casa.
Es justamente esa mi mayor preocupación, la llegada al pueblo remoto donde vivo. DHL tardó en encontrar mi casa pero ahora llega muy rápido a mi puerta. Estafeta definitivamente no entra a mi pueblo, mala costumbre de la gente de asaltar y golpear a los humanos de las mensajerías que mi colonia está prohibida para que entre Estafeta. UPS tardó mucho en siquiera dar con mi colonia. El servicio postal mexicano es un desastre, mi pueblo está perdido en un lugar remoto y siento desconfianza de que algo importante llegue.

Aun así me atreví a realizar otra compra internacional, ésta viene desde China, es una página que se llama Buy in Coins. La idea es que son productos de China sin gastos de envío y muy baratos. Esta vez compré algunas cosas para las uñas: muestrarios, guías para el francés y piedritas. No fue un gasto fuerte, mi plan es probar qué tan efectiva es esta página y qué tan seguro es que me llegue. Los tiempos de envío son un poco exagerados, puede tardar más de un mes, pero no me molesta. Ah, y en la compra de 15 dólares o más me envían un regalo.

Tenshi

sábado, 18 de mayo de 2013

Accidente

Ayer me envió el patrón a hacer un mandado a Pachuca, así que fui. A mitad de camino un automóvil entró a la autopista de manera imprudente, haciendo que una camioneta perdiera el control y me golpeara por la derecha, sacándome del camino hacia el camellón. Por suerte frené cuando vi que las cosas no iban bien, así que el golpe no fue tan fuerte para hacerme perder el control y pude hacer que el coche quedará de pie, que después me enteré que fue un gran triunfo haberlo hecho. Ambos autos huyeron, pero me quedé con el recuerdo de uno de ellos, su placa (matrícula) quedó tirada en la autopista, ahora la tengo físicamente en mi poder.

Salí del coche, completita, sin heridas ni golpes, ni susto, al menos eso creí. Hablé para avisar y es cuando me di cuenta de que un movimiento en falso, pérdida de control, haber frenado o simplemente mala suerte me hubieran hecho caer en un hoy y volteado el coche, haciendo una catástrofe. Nunca perdí el control, el sentido ni mucho menos la cordura, recuerdo todo y me asusté hasta haberme salido del coche. Es increíble lo que hace la mente cuando ve el peligro, bloquea temores que pudieran entorpecernos, da claridad al pensamiento, controla el cuerpo y nos obliga a mantener la calma. Todo esto sin que nos demos cuenta.

Después de dos horas bajo el sol, papeleo y grúa, el seguro me dio un pase médico. Debo hacer referencia al otro único accidente que tuve en carretera años atrás, cuando tenía 16 años; también obtuve un pase médico a un neurólogo por las vueltas que dio el coche, pero fue una experiencia horrible pues este doctor sólo movió mi cabeza, me vio con cara de "vienes por parte de una aseguradora" y me dijo que no tenía nada.

Mi percepción acerca de los doctores que trabajan con del seguro del carro no era muy buena, pero me empezaba a doler el cuello (y espalda y mano) y sé que en un accidente eso puede ser muy malo. Me mandaron a Pachuca. Llegué a una clínica que no parece estar en Pachuca, parece de ciudad más civilizada. Me tomaron mis datos, me pasaron al área de camas/urgencias y una doctora muy amable me atendió, haciéndome preguntas, escuchándome y revisándome con mucha paciencia. Deben saber que soy una paciente que requiere un poco más de paciencia, soy un amor pero requiero paciencia. Me tomaron radiografías de cuello y espalda, me diagnosticaron y me entregaron toda mi medicina, collarín incluido. El lugar es limpio, rápido y eficiente, a pesar que voy por parte del seguro, no soy cliente ni he ido nunca ahí.

Resulta que el accidente, aunque me pareció más leve que una vuelta a la montaña rusa, tuvo sus consecuencias en mi cuello principalmente. Tuve un leve esguince de cuello, que en 10 días se calma. Todo esto pasó mientras yo controlaba el coche, creyendo que al no haber pegando contra nada (bueno, una camioneta sí es algo) de frente o por detrás ni haberme volteado no había pasado nada más grave.

Por fortuna decidí aceptar el pase médico, aunque voy a ir a ver a mi quiropráctico muy pronto, por lo que tampoco me preocupé. Pero ahora estoy usando un collarín y tomando el medicamento adecuado, incluso me dijeron que en 3 días debo estar en reposo y el tiempo que use el collarín no puedo manejar. Me enseñaron los cuidados y trucos para sobrellevar y mejorar sin problemas mi cuello.

Todo esto me hace poner en la balanza mis decisiones, más vale tomar una oportunidad aunque después no resulte tan bueno. También es importante mantener la cabeza fría en las crisis, sobre todo en las que exigen mantener el control en todo momento, pues la urgencia y el miedo podrían haberme hecho perder mucho más que unos días de trabajo, paseo y vida normal. También aprendí que las situaciones que aparentan poder salirse de control, lo harán en cualquier momento; por eso más vale contemplar todos los escenarios, pude analizarlos fríamente y el más seguro era terminar fuera de la carretera.

A veces salirnos del camino resulta ser la mejor opción.

Tenshi