sábado, 20 de octubre de 2012

Supermercado japonés en México… ¿mito?

Pocos saben el gran deseo que tengo de vivir en un lugar civilizado, con medios de transporte y comercios cercanos. El atractivo que tiene para mí la ciudad es causado en parte por el exceso de campo al que estoy expuesta todo el tiempo. Por eso, cada vez que puedo, trato de llenarme de ciudad, aunque sea un poquito.

Uno de las grandes ventajas que le veo a las grandes ciudades es que tienen productos de otros países, tiendas escondidas dentro de barrios que poco recuerdan el país en el que se está. Para encontrar este tipo de lugares, debo buscarlos en internet, planear un viaje a México (Ciudad de México) para conocer uno solo de ellos y volver estresada al mundo poco civilizado después de manejar corriendo para salir de la ciudad (y no permanecer en ella). Hace tiempo, casi un año hace ya, encontré estos lugares en internet. Me refiero a las tiendas de productos importados de Japón, usualmente supermercados.

El primer viaje que hice fue a Kokeshi market, que es un supermercado muy bonito, pequeñito, con apenas dos espacios de estacionamiento. Fue de verdad muy bello encontrar este lugar, ya que es la primera vez que en México encuentro algo tan japonés. Compré dulces, una Coca-Cola de cereza (importación de Estados Unidos), material para hacer gyozas (la pasta circular ya lista para rellenar y cocinar y  los moldes) y algunas otras cosas que realmente no recuerdo ya que fue hace bastante tiempo. Los precios son de importación, es decir que no deben esperar que las cosas estén realmente baratas, pero imaginando lo que cuesta traer cosas originales japonesas para este país, no está tan mal. También compré comida ya hecha y por lo visto dan clases y tienen su propio restaurante (o algo similar). Todo es muy japonés, aunque no vi a ningún japonés. Pero subí al Nirvana por un instante en este lugar.

El segundo viaje fue apenas a Mikasa en la colonia Roma, cuando me encontraba gozando de una libertad temporal. Fui a la Ciudad de México en 2 de octubre. Un consejo fuera de contexto, no vayan en esa fecha a la ciudad en coche, hay muchos manifestantes que no saben ni por qué protestan. Me perdí varias veces, al igual que con Kokeshi, aunque las dos están en una zona relativamente fácil de entrar. Tiene un estacionamiento para 16 carros aproximadamente. Desde que entré quedé maravillada, pues son más pasillos que en Kokeshi, diferentes variedades del mismo producto, comida en un área al final de los pasillos con obentos para elegir, makizushi, takoyaki, arroz frito, gohan, ensaladas y varios guisados que usualmente conforman el obento; además hay una sección de productos japoneses como relojes, palillos, juegos de té y cajitas de obento.

Iba con poco tiempo, así que en media hora recorrí el lugar, analicé todo, vi precios y son muy parecidos a Kokeshi, incluso hay cosas más baratas pero también hay cosas caras. Lo que me gustó de este lugar fue la variedad de productos, por ejemplo encontré furikake de diferentes marcas, colores y sabores. La comida está muy rica y no es el típico sabor de los restaurantes de sushi a los que he ido. Un plus es que es posible ver gente japonesa, incluso a la entrada hay anuncios en japonés y español acerca de diversos servicios, clases y apoyo a inmigrantes.

Compré una caja para obento, unos palillos para regalar, bombones de Hello Kitty de sabores, dos obentos preparados (uno para comer ese mismo día, otro para el día siguiente), sashimi, gyozas preparadas, pasta para gyozas, 1 litro de calpis concentrado, un makizushi para mi hermana menor y una ensalada para mi mamá.

Obento para el mismo día, el arroz y el salmón estaban deliciosos

Segundo obento, una noche antes lo coloqué en la cajita de bento que compré y directo al refrigerador

Así se ve la cajita cerrada

Ya en el trabajo, itadakimasu! Izquierda: arroz cubierto por tortilla de huevo, bombones de Hello Kitty, camarón, cosas rosas deliciosas que no sé qué son, takoyaki, perejil, psotre misterioso. Derecha: gelatina de té verde, salmón frito, makis de verduras, una cosa frita deliciosa, pasta, champiñones... soya. Todo sabe bien frío.
Conclusión y veredicto final: Si viven en alguna ciudad, aprovechen las oportunidades que tienen y visiten estos lugares que ofrecen acceso a otras culturas. En cuanto a los dos supermercado, ninguno me pareció peor que el otro. Kokeshi es pequeño y tal parece que las calles cercanas siempre están en construcción, el estacionamiento es mínimo, PERO los productos son variados, de buena calidad, precios razonables y suficientes para realizar platillos japoneses completos (un plus, tiene más artículos para dekobento). Mikasa tiene estacionamiento amplio, es atendido por japoneses, tiene mucha variedad de artículos de comida, con productos de calidad y precios razonables, PERO no tiene variedad en dekobento y los artículos japoneses para cocina como cuchillos son caros (plus, la variedad de comida es excelente y los fines de semana tienen área de parrillada con servicio al público). VEREDICTO: vayan al que les quede más cerca, ambos son excelentes para alimentar su alma japonofílica.

Ir a México es sencillo, con Google Maps mucho más, pero sí hay algunos puntos en que el mapa no es exacto. Lo anterior sumado a mi incapacidad de ubicación espacial y los anuncios incorrectos por toda la ciudad, da como resultado un verdadero desastre. Pero salí airosa, hice dos horas desde Mikasa a mi casa. Claro que debí haber hecho menos de dos horas, ya que sólo era tomar la avenida principal de la ciudad (Insurgentes) para salir al norte de la ciudad y llegar a mi pueblo, pero los manifestantes son manifestantes. Terminé en los Pinos (la casa del Presidente del país) por alguna extraña razón.

NOTA: leí en Twitter que perderme en coche en el DF no fue mi culpa, tal parece que el mapa en Google está bien, lo que no está bien son los señalamientos en la ciudad... ya no me siento tan inútil para usar un mapa.

------ACTUALIZACIÓN septiembre 8, 2013------

Ayer fui nuevamente a Mikasa. La gran diferencia es que fui en sábado. Antes sólo había ido entre semana. Les platico que en fin de semana está más lleno, todas las cajas están abiertas y está lleno... de japoneses. Incluso si quieren pedir algo, lo pueden hacer en japonés. Lo mejor es que pueden ir a comer en el área de comida, hacen parrillada, pero desafortunadamente no pude quedarme a ver en qué consiste. Eso sí, no vayan tarde porque podrían no encontrar comida, yo ya no pude disfrutar de un obento porque se habían acabado (fui a las 17:00).
Tenshi

Hoy me enojé...

Ya sé que no es lo más sano enojarse (ni física ni psicológicamente), pero lo estoy y soy sincera al respecto. Dejen compartir mi experiencia hoy, pues tal vez me ayude a sacar lo que traigo dentro, tal vez me ayuden y me digan en qué estoy mal, tal vez.

Estoy molesta y harta de pedirle permiso al hombre macho para salir a dar la vuelta o ver a la gente que quiero (familia, amigos), todo porque él decide quién sale de la casa y cuándo. Como las cosas que me molestan son varias y quiero razonar esto con la mente, de forma fría, no con el corazón.

Me disgusta escuchar que mi madre siempre me aconsejaba (ahora no lo hace porque le reclamo) que no me deje de ningún hombre, que no haga nada por ellos. Incluso, cuando le escribía una carta en secundaria al niño que me gustaba, ella las sacaba de mi mochila y las rompía. Conclusión: hombres malos. Pero ella deja que el hombre macho decida todo, deja que él le dé permiso de salir a ver a mi abuelita (¡madre de mi madre!), lo cual dudo que alguien deba pedir permiso siquiera; deja que él decida en qué gastar el dinero (tequila, carne, máquinas que van a estar arrumbadas, herramienta) mientras mi hermana o mi mamá podrían comprarse ropa o mi madre pudiera comprar la comida (más saludable) para toda la familia; deja que él decida a dónde salimos, usualmente reunirnos con hombres borrachos que sueltan palabrotas, entre otras concesiones de las que no disfruto.

Me molesta que existan hombres machos que creen que con generar dinero ya son superiores, cuando una mujer puede mantener una casa en pie y generar dinero al mismo tiempo. No busco la pelea de los sexos, pero sí busco que ningún ser humano se sienta superior a otro sólo porque ya aportó algo. Una sola persona es capaz de hacer las mismas actividades, sea hombre o mujer, prácticamente convivimos por gusto y no por necesidad, ellos debieran ver eso.

Lo que las mujeres debemos entender (también) es que ellos no son nuestros dueños y que la libertad de decidir lo que sea (salir con los seres queridos, tomar un helado, elegir del menú del restaurante, hablar) no va a depender de lazos sanguíneos (padres, hermanos) ni legales/religiosos (esposos, patrones). Cuando hay situaciones de violencia más fuerte, lo mejor es ser más fuertes que ellos (emocionalmente) y huir (la otra alternativa es muy delictiva y no quiero que me cierren el blog por andar aconsejando cometer delitos en contra de los pobrecitos hombres, pero hay veces que dan ganas).

Sé que nada arreglaré quejándome, pero de menos aprendo algo: no dejarme.

Mientras se me ocurre algo bueno para escribir, espero no abrumar a los lectores con los vaivenes de mi vida.

Tenshi

miércoles, 10 de octubre de 2012

China Glaze: Manejo de Relaciones Públicas, cómo sí se hace

Hace un mes (o menos) aproximadamente se presentó una de las nuevas colecciones de mi marca favorita del momento, China Glaze, llamada Wicked, como especial para Halloween 2012 y que ya se puede encontrar en tiendas en todo el mundo. Así que, siendo una marca de esmalte para uñas, se han de preguntar el por qué de este post en este blog, si claramente dije que todo lo relacionado con uñas se iba a mi otro blog. Yo también lo pensé, pero lo estoy viendo como un tema de mercadotecnia (imaginen qué blog gana).

Apenas hace unos días una artista gráfica (Abigail Larson) colocó un post en Tumlbr (ha sido retirado ya) preocupada diciendo que su trabajo había sido robado, photoshopeado y arruinado por China Glaze. Es una artista que ha realizado cubiertas de libros, tiene un blog en Tumblr para mostrar sus trabajos (en proceso y terminados), tiene un sitio web y vende sus obras por internet. Así que no es ninguna desconocida en el mundo de la ilustración y al ver sus obras publicadas es obvia la copia.

Después de este hecho en redes sociales, los usuarios fueron quienes tomaron la acción inicial. Es común que la emoción colectiva por atacar una empresa se adueñe de las cabezas de los consumidores, es como si quisiéramos ser David y derrotar a Goliat una y otra vez, derribando empresas (que no funciona por si intentaban hacerlo) manchando su nombre sin conocer todos los hechos. Muchos enviaron emails, publicaron en Facebook o en Twitter, pero no se quedaron callados. Así es como China Glaze se enteró de que su "arte" era robado.

Una empresa puede llenarse de abogados que se encarguen del problema y no preocuparse por las consecuencias. Por su parte, CG decidió tomar acción, habló con la artista, se disculpó, le ofreció trabajo y publicó una disculpa en sus redes sociales. A través de Facebook y Twitter publicó un agradecimiento a quienes les habían escrito acerca de este tema y la reacción de sus fans en estas redes sociales no se ha hecho esperar, afirman que China Glaze es una marca íntegra y ética, han demostrado su apoyo y fidelidad (incrementados) hacia la marca, promueven en microblogs en Tumblr la acción como positiva, incluso la intención de compra se ha intensificado.

El cuadro rojo es la disculpa que se encuentra en este momento en la página inicial de China Glaze
Abigail Larson, al recibir la disculpa de forma privada y luego pública, retiró la publicación en Tumblr y publicó en Facebook y Tumblr el agradecimiento a China Glaze por su respuesta, además que actualiza sobre el estado de la situación. Muestra alegría y tal vez incluso alivio. Ya las resoluciones legales empresa-artista tal vez queden en privado, pero lo que le importa al público consumidor es la respuesta pública, lo que hizo la empresa después de enterarse. Algunos se fueron al extremo y atacaron a la artista porque piensan que debió ser más discreta, menos pública en una acusación de este tamaño. Pero, desde mi mercadológico punto de vista, creo que fue lo correcto. El permitir que sea el público quien abogue por Larson, le permitió darle peso a su queja, más aún cuando llegó a oídos (y ojos) de los consumidores de la marca. Además, el trabajo con derechos de autor debe ser defendido por su autor antes que nadie.

Arte original de Abigail Larson
La colección de esmaltes en caja con arte publicado por China Glaze
 Notarán que el "arte" usado para los esmaltes es un uso de Photoshop (o algo por el estilo) de varias imágenes. Las tres "calaveras" son de la foto de arriba, la postura y el diseño de la mujer son de la ilustración de abajo (Bellatrix Lestrange para ser precisos), la cara de la mujer y sus manos son fotografía y pudieran ser de una misma modelo, el cabello pudiera ser una copia de alguna otra imagen sin confirmar, el fondo es un elemento aparte. El único trabajo aquí fue buscar cada imagen (tal vez contratar una modelo y tomarle una fotografía), pegarla en Photshop, darle efectos y ponerle texto. Debo admitirlo, fue un buen trabajo, de copiado de imágenes.

Arte original de Abigail Larson
China Glaze ya contactó a sus abogados, tanto la empresa como Abigail Larson han expresado públicamente en sus redes sociales que China Glaze no es culpable, sino el "artista" independiente que la empresa contrató para crear el diseño de la imagen de la nueva colección.

La forma en que China Glaze manejó este problema es un ejemplo de cómo una empresa puede evitar que su imagen sea dañada. La comunicación establecida con el público a través de medios que permiten comunicación de dos vías hace que un problema que pudo haberse ido con abogados (de todos modos los habrá, para demandar al plagiario) por meses se solucione en días. Fue vital para esta solución la participación del público, entre el que se encuentran fans de la marca de esmaltes como de la artista gráfica, debido a que hicieron notar una situación en la que están en desacuerdo y empujaron a que la empresa tomara acción.

Es un poco iluso creer que nadie va a notar un plagio de un producto que tiene muy alta presencia en internet. China Glaze puede basar gran parte de su fama a la cantidad de blogs y redes sociales que le dedican un espacio entre sus fotografías, publicidad gratuita. Somos muchas las mujeres que fotografiamos nuestras manos usando un esmalte de uñas y sosteniendo el frasco de dicho esmalte con la marca altamente visible. La mayoría de las fotografías son con producto que la usuaria ha comprado con su dinero, es decir que se le paga a la empresa y se le hace publicidad al mismo tiempo. La notoriedad de una marca reconocida y altamente fotografiada por blogueros y los fanáticos de un artista gráfico se pueden encontrar en la blogósfera en cualquier momento y provocar una reacción en cadena como en este caso.

No respetar los derechos de autor de alguien y robar una creación de otra persona son actos que dañan la imagen de la empresa, muchos pagan porque se oculten; pero la mejor opción es que la empresa establezca dos cosas: una disculpa y las acciones que está tomando para corregir el error. Al decir "reconozco mi error y lo lamento", se crea un acercamiento con el público, nos damos cuenta de que "nuestra" marca es más humana, capaz de cometer errores y admitirlo. Al establecer "voy a corregirlo", una empresa toma acción, no sólo lamenta lo ocurrido, busca una solución.

Parte de las soluciones esperadas siempre son el pago de retribuciones a las partes dañadas, en este caso la artista gráfica. Se asume que las empresas siempre tienen dinero para pagar y hay personas que se aprovechan de estos casos creando falsas demandas, por lo que una disculpa se toma como admisión de culpa. Entiendo que lo anterior es el motivo principal por el que las empresas no se disculpan (o agradecen), pero muchas veces es más caro perder la fidelidad del consumidor que pagar una retribución. Además el apoyo de abogados que averigüen la veracidad de la acusación hace menos posible la caída de la reputación de la empresa.

NOTA: Todas las imágenes de este post fueron obtenidas de internet a través de Google Imágenes. No tengo derecho sobre ellas y las uso de forma ilustrativa, sin fines de lucro (aún). No sé por qué, me gusta hacer disclaimers.

Nos seguimos leyendo, pronto.

Tenshi