En algunos lugares de México se tiene la creencia de que tirar comida a la basura es un gran pecado, por lo cual los buenos católicos mexicanos somos criados para "limpiar el plato", esto quiere decir que debemos comernos toda la comida que esté en el plato. Este estilo de vida tienes sus ventajas y sus desventajas, podría decirse que es una excelente cultura del no desperdicio de comida, pero si el plato es muy grande, la obesidad puede ser otro gran problema. Conclusión: educar a la gente a servirse sólo lo que puede comer y acabarse lo que hay en el plato.
La comida tiene un tiempo de vida menor a casi cualquier otro tipo de producto, sobre todo si es comida fresca o sin conservadores. La comida enlatada dura incluso por años. Las frutas y verduras se habrán echado a perder en el refrigerador a las 2 semanas de su compra. Mientras que los guisados tienen un tiempo de vida de 1 semana a varios meses (congelada) dependiendo de su forma de conservación. Toda la información obtenida del refrigerador de mi casa. Verán que es simple saber cuánto desperdiciamos si nos ponemos a ver cuánta comida se tira y si analizamos detenidamente el refri en casa.
A continuación doy algunos consejos acerca de cómo hacer para no caer en este despilfarro atroz.
- Comprar la comida sólo después de haber comido. Esto parece trivial, pero la verdad es que cuando compramos comida con hambre, solemos hacer compras innecesarias porque todo se nos antoja. Verán qué rápido bajan las cuentas de la comida si aplican este consejo.
- Planear la compra. Hacer una lista nunca pasa de moda, ya sea en una hoja de papel o en un medio electrónico, la mejor forma de no comprar de más es hacer una lista de lo que realmente necesitamos, pero más importante es comprar sólo lo que aparece en la lista.
- Llevar poco presupuesto. Entre menos dinero llevemos al súper, menos compramos, es una realidad inminente. La distribución de los supermercados está diseñada para poner lo menos necesario a la entrada y lo más necesario al final. Así que si desean comprar leche y pan (que todos quieren comprar), tendrán que pasar por pasillos de artículos de jardinería, autos, regalos, etc., todas ellas cosas que no fueron a buscar. Pero, si llevan presupuesto amplio, querrán comprar porque les "sobra" dinero".
- Guisar todo. Aunque parezca una locura, si guisan todo (o la gran mayoría) de lo que compraron excesivamente, tendrán comida preparada para toda la semana, para que este consejo sea práctico se debe seguir el consejo siguiente sino todo se echará a perder.
- Congelar la comida. Todo lo que sobre se puede congelar, ésta es una de las grandes ventajas de la época moderna con refrigeradores en cada casa. La comida congelada dura meses sin echarse a perder, así que las sobras que sepamos que no vamos a comer dentro de un tiempo, podemos congelarlas.
- Revisar fechas de caducidad. Una de las malas costumbres que tenemos en México es no revisar cuándo va a caducar lo que compramos. Y uno de los trucos de los distribuidores de comida es poner hasta adelante lo que está próximo a caducar y al final lo que tardará más en caducar. Revisar esto nos tomará tal vez un minuto más, pero nos ayudará a mantener más tiempo la comida en la alacena y comerla dentro del tiempo debido.
- Cocinar con variedad. La misma comida todos los días puede aburrir y hacer que no queramos comerla. He observado que cuando como el mismo guisado de ayer, consumo menos que el día anterior porque ya me aburrió el platillo. El ser humano disfruta de lo nuevo, de la variedad. Si en lugar de cocinar toda la bolsa de pasta en un solo estilo, la empleamos en dos o tres diferentes guisados, seremos más propensos a comerla y no dejarla. Aplica para la carne, verduras, en fin, toda la comida que permita usar nuestra creatividad.
- Hacer revisiones continuas del refrigerador (nevera, heladera). Es increíble cuánto podemos comprar y almacenar. Más increíble es cuánto de esto se tira. Para evitar tirar comida que pudiéramos habernos comido con anterioridad, pueden simplemente revisar periódicamente el refrigerador. Pero la revisión no acaba aquí, deberán clasificar los productos de acuerdo a su fecha de caducidad o al tiempo que les falte para descomponerse, además revisen las frutas y verduras muy bien, porque con sólo una que esté echada a perder, las demás tarde o temprano también sufrirán el mismo destino.
- No tirar las envolturas. Me refiero a las de los alimentos que no hemos consumido. Es usual que compremos un paquete de queso americano y tiremos la envoltura debido a que cada pieza de queso viene con envoltura individual, el problema de tirar la envoltura antes de habernos acabado todas las piezas es que justamente es en la envoltura donde el fabricante coloca la fecha de caducidad y no en cada empaque individual. Si acostumbramos a almacenar correctamente la comida, sabremos si sirve o no y podremos proceder (a tirarla o consumirla).
- Ponerle precio a todo. Si de plano eres de los más distraidos y crees que no es gran desperdicio deshacerte de esa lata de atún que caducó sin que te dieras cuenta, este consejo te va a resultar útil. Cuando guardes la comida que acabas de comprar, colócala en una bolsa o recipiente y ponle una etiqueta indicando el precio (preferentemente por pieza). Así, si llega el momento en que debes tirar un trozo de queso, una coliflor o una bolsa entera de limones, sabrás cuánto dinero estarás tirando a la basura. Para complementar esta idea, te recomiendo que lleves una lista y que la pegues en algún lugar de la cocina donde la veas y sepas cuánto dinero podrías ahorrar si no desperdiciaras comida.