jueves, 27 de diciembre de 2012

Comparaciones que no se pueden evitar

Una semana antes de Navidad salí de paseo (no por voluntad propia) a San Antonio, Texas. Lo cual me permite darles un consejo, cuando hagan un presupuesto a largo plazo (ahem... Japón), deben considerar el hecho de que hay situaciones que pueden desbalancear cualquier cuenta.
Pero ya de vuelta en México, con señal 3G, comerciales en español (español normal) y alejada del mundo de las compras, no pude evitar hacer comparaciones.

Idiomas

Es la parte más obvia, mucho inglés. Pero también muchísimo español. Aquí la duda es si quieren comprar o quieren practicar el idioma. La primera es posible, la segunda no mucho. En San Antonio, por lo menos, siempre encontrarán alguien que hable español (no pidan buen español porque es difícil) o la persona en turno buscará a alguien que lo haga. Es una zona de exceso de idioma español. Texas en general tiene mucha habla hispana.
Comparativo
Pues es obvio, aquí se habla un idioma y punto, pocas personas saben inglés o algún otro idioma.

No pude evitar tomar esta foto, habla por sí sola

Mercadotecnia - Publicidad

Sí, el escuchar anuncios en otro idioma cambia el paradigma de cualquiera. Pero ninguno me hizo sentir NADA. Todos los comerciales (y activaciones) que llegué a ver se enfocan en una sola cosa: descuentos y precios. Sí, parece ser que al norteamericano promedio lo encantan los números. Bueno, también hay mucha (muchísima) Navidad utilizada como campaña mercadológica, pero enfocada en los regalos que vas a comprar, en cómo los vas a envolver y en la felicidad que estas cosas materiales van a brindarle al receptor del regalo; todo esto generando como consecuencia el quedar bien al dar un regalo perfecto (y que haya permitido ahorrar). Una cosa que no vi es "el Fin del Mundo", no está por ningún lado, tal parece que en Estados Unidos aún hay temas tabú, entre ellos los que hablan del fin del mundo, me atrevo a suponer que es superstición.
¿Cuál es el comparativo con México?
La cultura mexicana (en México, no USA) no acepta el hecho de que un anuncio tenga precios, es algo privado y no es fácil entender un anuncio que utilice precios, además son considerados anuncios para niveles económicos bajos o muy bajos (Aurrerá y Mamá Lucha son para un estrato socioeconómico bajo y muestran precios). La Navidad también es pretexto de venta, igual ridiculizan a los personajes de la ocasión al extremo de volverlo algo desagradable (el comparativo es que es igual). Sin embargo, no se deja muy claro el asunto de los regalos, no se enfatiza el envolver, el dar algo material, las cosas son complementarias al sentimiento y calor de las fechas. Acá el fin del mundo es el tema de moda y su vinculación con campañas publicitarias ha probado ser efectivo, es una burla y ya saben que en México somos expertos en el tema de reírnos de la tragedia.

Todo es Navidad (lo cual no es malo)

Newtown, Connecticut

El tema deprimente de esta Navidad. No se habla de otra cosa, las noticias en el desayuno, la televisión en el lobby del hotel, todos hablan de la desgracia. Poco a poco empiezan a mostrar historias de las familias y de las víctimas. Las historias se centran en lo emotivo, en las víctimas, en los héroes. Siempre que hay tragedia, Estados Unidos crea héroes. Se habla de leyes, de armas, las banderas están a media asta, es un país en luto.
Comparativo con México
Acá tenemos 100 veces más muertos en un año (dato sacado de la manga, a modo de exageración), que lo que ellos tuvieron en esa tragedia, pero parece que ya es costumbre. Si una persona recibe una bala, se le interroga para saber si tiene conexión con el narcotráfico; ya que si muere baleado, se rumora y se mancha su memoria vinculándolo al crimen. En México no hay héroes, todos son culpables, tal vez es nuestra incapacidad de creer en el prójimo. Las noticias en México pasan de una tragedia a otra, de un muerto a otro, somos insensibles en ese aspecto, o sólo decidimos ignorar lo malo.

Banderas a media asta en todo el país, las de ahí son mis imouto-chan (hermanas)

También me dediqué a las compras navideñas, compré regalitos para mi familia y para mí, eso es algo que se puede hacer muy bien por esos rumbos. Pero en general estos fueron los aprendizajes que traje del otro lado, donde el pasto (césped) no es más verde, sólo es diferente.

Tenshi

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