viernes, 7 de octubre de 2011

Riding in cars with boys

En español: Los chicos de mi vida.
Acabo de ver esta película del año 2001 con Drew Barrimore como artista principal. Es prácticamente una biografía de una típica mujer (15 años) de los 60's, de gran inteligencia, pero que buscaba también ser querida y aceptada por los demás jóvenes. Queda embarazada y su vida cambia drásticamente siendo obligada a casarse, a no estudiar, a no vivir sus sueños ni elegir su camino. Me gustó bastante porque es una fotografía de algo que sucedía comúnmente en todo el mundo y que sigue sucediendo pero con nuevos enfoques.
Una de las imágenes que más me impactaron es cuando Beverly (el personaje principal, de 15), que queda embarazada de un bueno para nada sin futuro, comunica a sus padres acerca de su embarazo y su padre, policía ejemplar, se pone a llorar hasta que ella acepta casarse con el hombre que la embarazó. Se ve claramente el chantaje, para que luego él (el papá) le haga desplantes en su boda.
Esta historia me hace pensar en todas las consecuencias de ser mujer en este mundo, además de los puntos de vista tan cerrados de la sociedad. Una mujer debe ocultar si explora su sexualidad, por consiguiente no puede (según la sociedad) tener hijos cuando desee sin ser pecado, a menos que un hombre se haga cargo de ella, y luego los hombres nos hacen sentir que somos una carga para ellos o los presionamos. La decisión de una mujer de decidir si vivir junto a un hombre o no, es de los demás si hay un embarazo de por medio.
Aunque también está el otro extremo, aquéllas mujeres que se embarazan con tal de ser inútiles el resto de sus vidas y obligar a un hombre a trabajar para ellas. Eso hace que otras, que somos y deseamos ser más independientes, paguemos también haciendo creer a la sociedad que las mujeres sólo buscamos a quien nos mantenga y no somos capaces de pensar sin ellos. Perdón por la pequeña nota sarcástica y emotiva del día.
En fin, es una buena película, un buen ejemplo de lo que sucede si seguimos ciegamente todo lo marcado por la sociedad que, a final de cuentas, no estará ahí para sufrir la pérdida de nuestros sueños ni para consolarnos por todas las pérdidas. Creo que en estos casos, seguir al corazón es lo correcto, aunque la mente también interviene, pero hay que tener cuidado con lo que los demás desean de nosotros pues podemos caer en el sueño de alguien más y no en el nuestro.
Sé que hay otros puntos de vista, que es un ejemplo de cómo se superan obstáculos y se hace una vida gracias a ellos, lo entiendo perfectamente y sé que muchos lo verán así cuando puedan ver la película. Pero quise ver un ángulo que no muchos pueden ver fácilmente y hoy quise compartirlo con ustedes.

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