domingo, 25 de agosto de 2013

No me importa

¡¡¡He vuelto!!!

Hoy rompo un poco el silencio bloguero que he hecho para darles mi más profunda opinión de un tema que nos está llenando de noticias (y marchas) a los mexicanos. Me refiero a la susodicha reforma energética.

Para los que no son de estos lares les cuento que los mexicanos tenemos cierta tendencia a creer en el nacionalismo y a defender (aunque ni sepamos por qué) lo que sentimos nuestro de los demonios extranjeros. Así que todo lo que son empresas extranjeras, inversión extranjera u opiniones extranjeras, nomás no nos entran en la cabeza, sentimos que nos invaden.

Hace pocos días escuchaba el radio mientras almorzaba y resultó que hablaba el presidente (sí, así con minúscula) del país, diciendo cosas acerca de Lázaro Cárdenas (otro presidente, de hace más de 70 años) y el petróleo, el chiste es que dijo que proponía que se permitiera la inversión extranjera en Pemex.

Pemex, para los que me leen de otros países, viene a ser la única empresa petrolera en el país, que da la casualidad (gracias al mencionado anteriormente don Lázaro Cárdenas) que es propiedad del país. Pero no es que sea de los mexicanos, es que es empresa del gobierno, que a nadie le entra en la cabeza esa idea.

Ahora, el país se ha dividido entre los que quieren que Pemex obtenga inversión extranjera (es decir, los que aprueban la reforma), los que dicen que es una traición a la patria (o sea, los que no la aprueban) y los que dicen que es una reforma un tanto ligera, tímida pues (los que no la aprueban, pero tampoco aprueban a los que no la aprueban).

En fin, muchos humanos peleándose por algo sin sentido. Les quiero contar que a mí no me interesa para nada el resultado. Dicen que el petróleo es de los mexicanos, yo soy mexicana, ergo el petróleo también es mío. Pero la verdad es que yo no obtengo un centavo de ganancias gracias a este producto tan mexicano, tampoco creo que me contraten ya que se requieren palancas (o ser ingeniero) para entrar a ese tipo de empresas. Es decir, que nunca gozaré de ningún beneficio de que esta empresa sea taaaan mexicana.

Por otro lado, yo pago gasolina para que el coche que manejo me lleve a mi trabajo, a divertirme o a estudiar. El camión, taxi o combi que me transporta cuando no traigo carro también paga gasolina, es más, aumentan los precios cada vez que pueden porque la gasolina sube de precio cada mes. El avión que me llevará a Japón usa diesel y no duden que se la cobran a los pasajeros.

Es decir, no me importa lo que hagan con el petróleo en México. Lo que me importa es que hagan más eficiente el abastecimiento de combustible en México, que los precios no suban a niveles en los que salga más caro el combustible que el carro y que no bloqueen los caminos con marchas.

No veo mi ganancia en todo este pleito, nadie me paga por defender (o no) una reforma, nadie me paga por el hecho de que el petróleo termine en manos mexicanas o extranjeras, nadie me reembolsará la gasolina que he pagado todos estos años. Debo preocuparme por encontrar un trabajo, que el petróleo sea mexicano o no, no me lo garantiza. Debo preocuparme por comer cada día, por entretenerme y lograr mis metas, por ser alguien en la vida, el petróleo no me lo garantiza.

Así que creo que lo más sano, económica y mentalmente, es invertir mis recursos en cumplir mis metas, y no en asuntos que no me dejarán beneficio alguno.

Tenshi